“Nunca Fuimos Modernos”, Bruno Latour – Informe de lectura

Bruno Latour nació en el año 1947 en Francia. Formado en las disciplinas de Antropología y Filosofía, se lo reconoce por ser un especialista en los estudios sociales de la ciencia. Actualmente ejerce el oficio de profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Paris, y es catedrático de Sociología en la Escuela de Minas, también en Paris.

Entre sus principales obras podemos encontrar el libro «Nunca Fuimos Modernos. Ensayo de antropología simétrica.». En este ensayo, como su nombre lo indica, Latour se propone analizar el tema de la Modernidad.

¿Qué es ser moderno? ¿Somos modernos? ¿Fuimos modernos alguna vez? Preguntas de esta índole aparecen a medida que el texto se va desarrollando.

Para empezar, considero necesario caracterizar a la Modernidad. Según Latour, se suele definir a la modernidad a partir del humanismo, es decir, para anunciar el nacimiento del hombre o su muerte. Pero esta caracterización es en si misma un hábito moderno por ser asimétrica. ¿Por qué? Tal como dice el autor, deja de lado el nacimiento conjunto de la «no humanidad», el de las cosas, o los objetos, o los animales por un lado, y el de un Dios tachado, «fuera de juego», cuando, paradójicamente, esta contribuyendo a su proliferación.

Conjuntamente, sostiene que lo «moderno» designa dos prácticas totalmente diferentes, pero que en realidad, hace poco dejaron de serlo. Por un lado, se encuentran las prácticas de traducción o de mediación, «mezclas entre géneros de seres totalmente diferentes, híbridos de naturaleza y cultura». Estas prácticas se corresponden con lo que Latour llamo «redes». Por otro lado, están las prácticas de purificación, que se corresponden con lo que el autor denomino «crítica». Estas «crean dos zonas ontológicas por completo distintas, las de los humanos, por un lado, las de los no humanos, por el otro»

Por lo tanto, el punto central que caracteriza a la modernidad es esta dicotomía, esta separación entre lo humano y lo no humano, entre naturaleza/cultura, conocimiento exacto/interés, poder y política de los hombres, mundo natural/mundo social, etc.

La Constitución moderna separa entonces, el poder científico, encargado de la representación de las cosas, del poder político, que se encarga de representar a los sujetos. Para realizar esa tarea, se sostiene en 4 garantías, a saber:

– «…no son los hombres los que hacen la naturaleza, ella existe desde siempre y siempre estuvo ya presente, lo único que hacemos nosotros es descubrir sus secretos…»

– «…son los hombres y solo los hombres los que construyen la sociedad y deciden con libertad acerca de su destino…»

– «…la separación completa entre el mundo natural (…) y el mundo social, y en segundo lugar, la separación total entre el trabajo de los híbridos y el trabajo de purificación…»

– «…establece como árbitro a un Dios infinitamente lejano que es por completo impotente y juez soberano a la vez…»

Como podemos ver, existe una clara contradicción entre las garantías que plantea la modernidad, pero es justamente esta contradicción la que consolidó a los modernos, como dice Latour: «…La Constitución hizo invencibles a los modernos precisamente porque cree en la separación total de los humanos y los no humanos a la vez que la anula…»

Lo que Latour trata de demostrar a lo largo del ensayo es que esta asimetría no existe, tratando de reconstruir esa doble separación. Naturaleza y cultura se mezclan todos los días, y eso es algo que no podemos negar, aunque la modernidad trate de ocultarlo.

Nos podemos dar cuenta de esto en el momento en el que hablamos de robots, de semillas transgénicas, del uso constante de nuevas tecnologías como si fueran indispensables para el desarrollo de la sociedad. Y sin ir mas lejos, en algo tan común y cotidiano como es leer un diario a la mañana, un diario repleto de artículos híbridos, que mezclan constantemente ciencia, política, economía, religión, derecho, ficción….

La Constitución moderna niega la existencia de los híbridos, pero en realidad, lo que hace, es contribuir a su multiplicación:

«Cuanto menos mezclados se piensan los modernos, mas se mezclan. Cuanto más absolutamente pura es la ciencia, mas íntimamente ligada esta con la fábrica de la sociedad. La Constitución moderna acelera o facilita el despliegue de los colectivos, pero no permite pensarlos.» (B. Latour)

Nunca fuimos modernos…

Florencia Morini

2 respuestas

  1. muy buen comentario. Me serviò de ayuda para rendir un examen final.

  2. Mil gracias, muy concreto ahora sí puedo entender mejor el original 🙂

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